Composición: la diferencia empieza en su interior
· Vidrio:
Está compuesto principalmente por sílice (arena), soda y caliza, fundidos a altas temperaturas. Es un material duro, transparente y muy resistente, ideal para el uso diario en productos como vasos, copas, jarras o platos. Sin embargo, el vidrio puede rayarse con mayor facilidad que el cristal y suele tener un brillo más tenue.

· Cristal:
Es un tipo especial de vidrio al que se le agrega óxido de plomo, lo que le da más brillo, peso y una capacidad única para refraccionar la luz.
Por eso, las copas de vino o los floreros de cristal tienen ese destello tan elegante y característico.

Apariencia y sonido: brillo y elegancia
El cristal se distingue por su brillo y transparencia superiores. Además, al golpearlo suavemente, produce un timbre más fino y prolongado, mientras que el vidrio emite un sonido más corto y opaco.
Ese detalle convierte al cristal en el preferido para ocasiones especiales o productos de mesa premium, como copas, floreros o vasos elegantes que aportan sofisticación y brillo a la mesa.

Uso y cuidado:
El vidrio es ideal para el uso diario: resistente, económico y fácil de limpiar.

- El cristal por su parte es más delicado y requiere cuidados especiales. No se recomienda exponerlo a cambios bruscos de temperatura.

Esperamos que esta información sobre las diferencias entre el vidrio y el cristal te ayude a elegir con más confianza los productos ideales para tu negocio y hogar.
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